Los radioaficionados poseen una capacidad única para transmitir y recibir comunicaciones incluso en las circunstancias más adversas. Por esta razón, la radioafición constituye un medio de comunicación sumamente eficaz en casos de catástrofe, un hecho reconocido a nivel internacional en el Reglamento de Radiocomunicaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). Este organismo insta a todos los países a adoptar las medidas necesarias para que las estaciones de aficionado estén preparadas y puedan satisfacer las necesidades de comunicación durante situaciones de desastre.
En el ámbito nacional, la radioafición es valorada como un medio eficaz para las comunicaciones en caso de catástrofe. Los radioaficionados tienen la obligación de colaborar con las autoridades en tales circunstancias.
El Radio Club Venezolano (RCV), a través de su estructura y organización, particularmente mediante la Red Nacional de Emergencia (RNE) delegada bajo Resolución 1375 del 28 de noviembre de 1958, coordina la participación de radioaficionados voluntarios colaboradores en situaciones de emergencia. La RNE es el sistema de radiocomunicaciones que prevalece en situaciones de urgencia, conmoción nacional o catástrofe natural o civil, empleando los servicios voluntarios de las estaciones de radioaficionados distribuidas por todo el territorio nacional para facilitar las comunicaciones.
De acuerdo con la Ley de la Organización Nacional de Protección Civil y Administración de Desastres, publicada en Gaceta Oficial N° 5.557 Extraordinaria de fecha 13 de noviembre de 2001, 1 se establece en el Título III, Capítulo V, la participación de grupos voluntarios especializados en acciones de protección civil y administración de desastres. Asimismo, la Ley Orgánica de Telecomunicaciones, si bien no detalla explícitamente el papel en emergencias, reconoce a los radioaficionados y su servicio.